Marketing de contenidos: redacción de landing pages

Si, al diseñar la estrategia de marketing de contenidos de nuestro cliente, vemos que necesita una urgente optimización del contenido que muestra en su sitio web, debido a que éste presenta una tasa de conversión muy baja para la cantidad de tráfico que reporta, podemos pensar en varias acciones:

1. – reestructurar el contenido global de la web, rehaciendo la arquitectura de la información que actualmente tenemos,
2. – repensar algunas secciones y volverlas a redactar de acuerdo con las necesidades de los segmentos de público que más interese al cliente,
3. – o bien, mantener la estructura general del contenido web pero creando nuevas páginas mucho más orientadas a tipos de clientes específicos.

Para desarrollar este tipo de páginas, conocidas con la expresión inglesa landing pages (páginas de aterrizaje o páginas destino), hemos de pedir a nuestro cliente un informe detallado sobre los diferentes tipos de target a los que aspira a convencer. Asimismo, deberíamos poder acceder a sus informes de Analytics y, de forma conjunta con el responsable de SEO, discernir cuáles son los segmentos que más tráfico y conversión pueden aportar: el objetivo es centrar los esfuerzos en ellos, pero sin renunciar a los demás.

Crear contenido para landing pages requiere la aplicación de técnicas que combinan las estrategias de comunicación naturales con las de publicidad y marketing más directas: tenemos una sola página para convencer a ese visitante de que tenemos lo que busca y que nosotros somos mejor que cualquier otro.

La redacción debe conjugar todo: la persuasión y la información y trabajar bien todos los elementos que integrarán la página, alineados con el trabajo de SEO y con el de los diseñadores y programadores.

Título: elemento clave de la landing page. 

• Debe ser atractivo, descriptivo y directo. Decir lo que el visitante quiere leer.
• Dar la sensación de urgencia y de originalidad: solo aquí encontrará la solución a su problema.
• Conectar: queremos ayudarle, conocemos esa sensación, hemos pasado por ello…
• Evitar juegos de palabras, chistes fáciles o ambigüedades que puedan dispersar o confundir al lector.

• Lenguaje cercano, sencillo, muy fácil de comprender con una lectura rápida.
• El diseño debe permitirnos escribir corto: una idea por párrafo y todos los párrafos sobre la misma idea básica.
• Incrementar la necesidad de solucionar el problema, continuar con la urgencia.
• Nos centramos en los beneficios que se obtendrán y no tanto en la descripción del servicio.
• Dar cifras y pruebas de lo que decimos: casos de éxito, estadísticas…
• Resolver dudas antes de que el visitante se las plantee.
• Insistir en lo fácil que es conseguir una solución, explicar claramente el proceso de compra/suscripción.
• Mencionar siempre las garantías y rechazar posibles riesgos que al lector se le puedan pasar por la mente y que puedan suponer barreras a la hora de convertir.
• Llamar a la acción: invitarles a probar, demostrarles que es fácil y que no requiere compromisos definitivos.
• Recordar una vez más los beneficios de utilizar esa llamada a la acción.