Duda, duda, eeee. A veces lo que nos puede parecer más simple se nos hace complicado simplemente porque nunca nos hemos puesto a ello. Preguntar nos da como cosilla porque damos por hecho que todo el mundo lo sabe menos nosotros y ayfíjatetúquépalo. Sí, y así, seguimos, por los siglos de los siglos. Hasta que un día nos lanzamos y buscamos en Internet la dichosa historia. En total secreto, borrando historial si hace falta, para no dejar ni huella de nuestra supina ignorancia…
Bien, uno de nuestros clientes necesitaba esto con urgencia y nos lo pidió, sin más. Sin sonrojo, disculpándose por no saber, que es lo normal, por otro lado. Porque nunca lo sabemos hasta que lo intentamos. Así es casi todo en Internet: todo está ahí y aquí más que en ningún sitio funciona ese modus operandi infalible del prueba – error. Nuestro cliente no tendría problema en hacerlo él solito. Y lo sabe. Pero también sabe que no tiene tiempo, que lo suyo es dedicarse a otras cosas que son las que le gustan y las que hace bien (damos fe y nos declaramos muy fans, de hecho). Por eso, con cero ganas de meterse en el embrollo, nos lo soltó: no sé cómo cambiar mi nombre de usuario en Twitter ni cómo verificar mi cuenta para que aparezca el símbolo azul que acompaña al user.
Empezamos. Te has puesto un nombre de esos que como que no en Twitter porque en su día lo abriste para ver qué tal era eso y, bueno, al final, te convenció y te quedaste. Ahora ya no lees periódicos al levantarte, abres el Twitter. Te informas de lo que te llama la atención (es un lujo que otros te filtren ya lo interesante) y comentas lo que te parece. Y lo comentas con ese nombre ahí que cada vez que lo lees es para pegarte con la mano abierta. Bien, pues se acabó. Borrón y nombre nuevo. Tan fácil como esto:
- Abre tu sesión en Twitter. Elemental, sí, querido Watson.
- Una vez allí vas a la sección de Perfil y Configuración, tanto desde el Time Line general como desde tu página de perfil. Si entras desde tu perfil, podrás también editar cómodamente tu perfil completo (foto de portada, de perfil y, por supuesto, el nombre).
- Para cambiar el user (no el nombre simplemente, sino lo que sigue tras la @), abre configuración y ahí vas a Cuenta. La primera opción que te aparece es precisamente la de modificar el usuario.
- Tu user no deberá tener más de 15 caracteres. Olvida los guiones bajos, son el horror… Y ponte un nombre que sea fácil de escribir: piensa que es lo que todo el mundo deberá escribir cuando te cite en Twitter. Además, tendrás que ver si está libre. Hoy por hoy, si eres @juanperez, lo más probable es que te sea más fácil ir al registro civil y cambiarlo que poder usar ese user en tus tuits.
- Y… ya está. Guardar y listo.
Lo complicado viene ahora, second round… ¿Cómo verificas tu cuenta de Twitter? Pues, salvo que seas famoso (músico, actor, político, periodista, escritor de éxito…) el asunto es casi imposible. Y, aún así, siendo famoso e importante, te tocará trabajar duro. No hay forma de solicitar la verificación, es el propio Twitter el que, una vez detectado que hay muchas búsquedas constantes de tu perfil, considerará revisarlo y ver si, efectivamente, tienes tanta relevancia social como parece. Ellos mismos, a través de su perfil de verificación, te mandarán un mensaje privado informándote de su interés en que tu cuenta se destaque como oficial. Y, si todo encaja, pues tendrás la mosca azul al lado de tu nombre.
No cuenta ni el número de seguidores ni el número de tuits, retuits y menciones. Pero sí hay cosas que puedes hacer para llamar su atención: vincular tu perfil de Twitter con tu web oficial, generar tuits relacionados con tu actividad, seguir siempre una misma línea acorde con lo que te diferencia, con el tipo de perfil que tienes y con tu profesión… Para los que quieran más información, Twitter cuenta con un espacio específico en el que detalla todas estas cuestiones acerca de la verificación de cuentas. Pero, lo dicho, salvo que seas very famous, mejor olvidarse de este asunto y seguir tranquilamente disfrutando de las ventajas de esta red social sin buscarse más complicaciones.