Para evitar que nos aburramos surfeando por webs del mundo mundial, los cracks del diseño digital se fríen los sesos constantemente pensando en cómo sorprendernos, atraernos y presentarnos la información de manera más apetecible y digerible. Y eso está muy bien, señores. Cuanto mejor sea el diseño web y la experiencia de usuario, mejor para todos.
Hoy haremos un repaso a lo que se lleva este año en las distintas áreas que abarca el diseño web:
Color
Hay unanimidad respecto al retorno de los degradados de color, incluso degradados geométricos. También pisa fuerte el uso de bitonos en colores vivos. 2017 es un poco ‘pop’ en ese sentido. Los colores se han vuelto más atrevidos, más ricos, más saturados, y eso se ve en las nuevas paletas. Se acabó la prudencia colorística: (casi) todo vale, siempre que haya coherencia y coordinación.
Imágenes
los ilustradores están de enhorabuena porque sus trabajos son cada vez más requeridos para dotar de personalidad a sitios web mediante dibujos e iconografías totalmente customizados a medida de la marca para dotarla de una identidad visual.
Se llevan también mucho las formas geométricas. Y las imágenes estáticas conviven tranquilamente con los gifs, animaciones y vídeos en las webs más top, donde también vemos el uso de fotografías y filmaciones de 360 grados. En cuanto a las fotos, los usuarios se están cansando de las imágenes enlatadas y excesivamente ‘posadas’ de repositorios online. Ahora prefieren fotos originales de alta calidad, que reflejen la vida real y sean más creíbles.
Texto
El verbo no ha muerto pero se presenta de forma diferente: quizá menos cantidad, con mensajes más concisos y claros, y utilizando tipografías contundentes. Triunfan las fuentes ‘bold’ (redondeadas), incluso las que simulan la escritura manual, porque las resoluciones de las pantallas las hacen legibles en cualquier dispositivo. Y se llevan grandes. Las letras. Además, algunas webs recurren con acierto a la mezcla entre texto horizontal y vertical.
Organización de la información
Cuidar solo lo que hay ‘above the fold’ es una idea trasnochada y el scroll llega casi hasta el infinito. No obstante, se cuidan mucho las transiciones, para que sean bonitas y no incomoden, y se empieza a experimentar profusamente con la tecnología Parallax (aka. paralaje), que mueve el primer plano a una velocidad mayor que el fondo y dota al conjunto de profundidad. En cuanto a la disposición de los contenidos, siguen siendo valorados los módulos y el ‘card layout’, muy práctico, con sus cajitas ordenaditas y sencillas que además son desplazables por la web. La superposición de texto e imágenes es otra tendencia.
Micro-Interacciones
¿Qué de qué? Pues eso: pequeñas interacciones que suceden como respuesta a la acción de un usuario para indicarle que su orden se está llevando a cabo, o que el proceso está en marcha. Se usan elementos visuales, sonoros o vibraciones en los dispositivos que se activan cuando se aprieta un botón o un icono, cuando se finaliza una tarea o durante la espera de una descarga o similar. Eso sí: es importante que estras micro-interacciones sean intuitivas y no molesten.
Responsive y móvil
Lo clásico era diseñar la web primero pensando en el ordenador de sobremesa y luego adaptándola a smartphones y tablets. Ahora se hace ya a la inversa en muchas ocasiones, porque el usuario manda y éste dice que lo móvil va primero.
Además, los expertos nos recuerdan que Google tiene en cuenta que nuestra web sea ‘responsive’, es decir, que su diseño se adapte a diferentes tamaños de pantalla. Para que el resultado sea óptimo, diseñador web y desarrollador deben entenderse bien, o ser la misma persona.
Los minions de Zinkfo están trabajando a toda máquina para que nuestra agencia tenga nueva web con nuevo diseño después de este verano. Y hasta ahí podemos leer. Estad atentos, porque las sandías os van a volver a sorprender con su buque insignia. Hasta entonces, ¡que la fuerza os acompañe durante las olas de calor!