En nuestro anterior post sobre el vídeo corporativo hacíamos alusión al guión y a la importancia que este tenía en el proceso de creación de cualquier vídeo empresarial. Dicha guía, plasmada sobre papel, se convertiría en el pilar base sobre el que giraría la elaboración y posterior edición de la pieza audiovisual.
Cerrado el capítulo del guión, nos toca entrar de lleno en el trabajo de calle: La grabación. Un escalón que -si bien es excitante e intenso- de no ser tenido en cuenta como se merece puede provocarnos no pocos problemas a la hora de editar.
Y es que, de hecho, aunque tengamos un buen guión, nuestro trabajo de mesa puede irse al garete si lo que hemos obtenido con la cámara es un conjunto desordenado de planos oscuros o movidos. Por supuesto todo tiene solución, basta con volver a grabar. El problema es cuando creemos que las carencias se pueden solucionar en el proceso de edición. Este es, sin duda, el error de los errores.
Podemos mejorar los audios (y decimos “mejorar”), los filtros de luz o podemos cortar los planos a nuestro antojo pero nunca podremos sacar un buen material de una materia prima deficiente. ¿Qué aconsejamos desde ZinKfo? Escuchar los consejos de los expertos, apostar por la sencillez y –muy importante- dejar las prisas en casa.
La cámara
Ya en tiempos de los hermanos Lumiere, se comparaba la cámara fotográfica con el ojo humano. Su tecnología, el movimiento de las lentes, la apertura y cierre del diafragma, el enfoque…todo era la viva tecnología del ojo humano llevado a la obra del hombre.
Sin embargo, y pese a estas similitudes, hay un hecho que no podemos obviar: Nuestros ojos se mueven muchas veces de forma no consciente, miran, enfocan y todo lo hacen en base a una tecnología que es endógena del ser humano. La cámara (ya sea de fotos o de vídeo), por su parte, no va por libre sino que depende directamente de la mano humana así como de las condiciones climatológicas.
Por todo ello y para hacer un buen vídeo es vital que conozcamos en profundidad la cámara con la que estamos trabajando así como sus posibilidades y defectos. Un buen manual siempre ayuda.
Plano sobre plano
Entrando de lleno en la problemática de los planos, es fundamental que estos estén cuidados, bien encuadrados y dentro de una lógica del movimiento y la dirección (los llamados raccord). Además, debemos evitar el exceso de movimientos bruscos de cámaraya que causan rechazo en el espectador.
Un vídeo corporativo, ya lo hemos dicho en innumerables ocasiones, ha de ser amable, limpio, sencillo y correcto; nunca debe contener planos que provoquen el rechazo de nuestros clientes. ¿La única posibilidad de llevarlo a la práctica? Que estemos ante una marca desenfadada o juvenil que busque precisamente ese impacto.
¿Lo ideal? Grabar planos estáticos (siempre con trípode para evitar que la imagen tiemble) y otros tantos en movimiento para que luego en la edición podamos unirlos, obteniendo un resultado dinámico y profesional. Los planos generales son, igualmente, un recurso perfecto que no sólo nos ayudarán a situar la escena sino que servirán para que la vista del espectador descanse entre plano y plano.
Si de grabar a sujetos se refiere, el truco reside en tomar primeros planos junto con planos medios cortos o largos (hasta el pecho o la cintura) y planos generales de la escena que nos ayuden a relajar la mirada. Si lo que queremos es aportar un plus de dramatismo, nada mejor que hacer uso de los primerísimos primeros planos(manos, ojos, boca, etc).
Luz y luminosidad
Todo parte de la fotografía.Y ya se sabe que el término fotografía –en griego clásico- significa “pintar con luz”. Así que lo primero que debemos hacer es definir la luz que queremos que tenga nuestro vídeo.
El balance de blancos, los filtros o la iluminación artificial (las hay de muchos tipos y con grandes garantías) pueden ser una ayuda muy buena tanto para grabar en interior como en exterior.
Aún así, nada es capaz de sustituir a la luz natural de ahí que sea muy importante elegir un lugar en el que haya luces naturales que proporcionen colores reales y suaves. Los contrastes siempre los podremos modificar en laedición.
¿Qué aspectos jamás tendremos que olvidar?
1. Ajustar el balance de blancos de nuestra cámara (para evitar colores indeseados)
2. Evitar la luz solar o artificial directa sobre el objetivo de la cámara (ya que esto podría desequilibrar al propio dispositivo)
3. Hacer uso de refrectores y difusores cuando estamos grabando a lo sujetos de nuestro vídeo (con ello conseguiremos matizar la luz y que infiera de forma suave en la piel)
Fuera distorsiones
El ruido será nuestro último aspecto a tratar en este post. Volvemos a recordar: En la edición podemos aumentar los audios, comprimir las pistas o incluso añadir efectos. Pero difícilmente podremos eliminar el sonido de una ambulancia o el ruido de los coches al pasar.
Esta problemática no debería ser tal si finalmente nuestra pieza reposara sobre una pista musical. En cambio, si lo que queremos es hacer totales (es decir, personas hablando a cámara) la atención y el cuidado en cuanto al ruido tendrán que estar al 200 por cien.
En interior, y si tenemos en cuenta este aspecto, no deberíamos tener excesivos problemas; basta con que el equipo -presente en la grabación- sepa guardar silencio. Si de grabar en exterior se trata, la cosa cambia. Debemos elegir localizaciones tranquilas y sin ruidos estridentes a menos –eso sí- que nuestro cliente sea una compañía aérea y el efecto a obtener sean unas declaraciones con el despegue de un avión de fondo.
Un abrazo,
ZinKfo, Agencia de Marketing de Contenidos 3.0
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