¿Qué es un guión de vídeo?
Otra cosa no, pero metódicos y prácticos en Zinkfo somos un rato (un rato de esos largos). Aunque esta forma de trabajar y de hacer las cosas con orden, con sentido y con lógica nos viene de fábrica, lo cierto es que nos esmeramos a conciencia para mantenerla día a día, año tras año.
Planificar antes de grabar
Somos de post-its , de comunicarnos entre compañeros, de hacer lluvias de ideas conjuntas y de planificar todo sobre papel o en documentos compartidos de Excel y Word. ¿Y con qué finalidad lo hacemos? Con una muy clara: que cada uno sepa perfectamente qué tiene que hacer, cuándo, cómo y con qué. Vamos… que para todo nos hacemos un guión.
Aunque las sandías somos amigas de la improvisación moderada, sí es cierto que todo lo trabajamos sobre guión; sobre un guión que coge una forma compacta y mucho más meditada cuando de lo que se trata es de hacer un vídeo.
Como os comentamos meses atrás en el artículo titulado las claves para hacer un buen vídeo; parte del éxito de cualquier pieza -sea del tipo que sea, tenga la extensión que tenga, lleve música o no- reside en el sentido real que tengan sus dos guiones: el técnico y el literario.
Grandes desconocidos para muchos (incluidos para muchos que se dedican a esto de elaborar piezas de vídeo), tomar como punto de partida en una producción todo lo recogido tanto en el guión técnico como en el literario es algo más que un acierto. Ahora bien, ¿para qué sirve cada uno y qué información nos aporta antes, durante y después de lanzarnos a grabar y editar?
El guión literario
El guión literario es como entrar en la cabeza de un niño rodeado por sus juguetes: consiste simplemente en dar forma a una idea, en imaginarla, en disfrutarla en los pequeños detalles y en plasmarla en un papel (sí, lo que todos hacemos en nuestro día a día con nuestros proyectos y agendas).
¿Qué puntos deberán contemplarse en nuestro guión literario?
- La idea principal: Los expertos en la materia dicen que si somos capaces de plasmar la idea de nuestro vídeo de forma comprensible en un párrafo de entre 5 y 7 líneas (como máximo), definitivamente tendremos una pieza bien hecha.
- Un argumento más desarrollado: Ya sea como producción propia (como los mini vídeos de destino que elaboramos para nuestras redes social y para nuestro propio canal Youtube) o para ese vídeo que tenemos que presentar a nuestro cliente, necesitaremos entrar en algunos detalles de la historia tipo “por qué el actor hace qué”, “por qué el eslogan tiene que ser ese y no otro” y cosas por estilo. No, nada complicado 😉
- Una sinopsis: De forma escueta pero con detalles, tendremos que ir desgranando cada paso de la historia de nuestro vídeo: cómo empieza, cómo sigue, cuáles son los puntos fuertes de la historia, cuándo entran los personajes, cuándo se cambia de plano y cómo acaba todo.
- El tratamiento de la historia: Por “tratamiento” entendemos la parte de guión en la mezclamos el argumento y la sinopsis. “¿Debemos hacerlo igualmente si ya lo tenemos hecho?”, sí… lamentándolo mucho (queridas sandías) pero sí. ¿Qué puntos deberán aparecer en el tratamiento de la historia? La descripción de los lugares, las escenas en sí, el orden secuencial de nuestro futuro vídeo (algo que nos ayudará a la hora de editar) y -como no- los diálogos de los protagonistas, la voz en off o los eslóganes (en el caso de que haya uno u otro).
Con todo redactado, impreso y bien claro toca entrar de lleno en la fase 2 con la ayuda de nuestro equipo técnico (ya sean cámaras, iluminadores, sonidistas y productores). Sí, toca redactar el guión técnico. ¿Cómo lo hacemos en Zinkfo? Con una reunión de nuestro equipo audiovisual formado por un cámara, dos editores y dos productores (uno de ellos especializado en marketing de contenidos)
El guión técnico
Sí, lo sabemos… La redacción del guión técnico no sólo lleva tiempo sino que requiere de estrujarse de lo lindo la materia gris. ¿Motivo? En este guión plasmaremos todas las especificaciones técnicas que se van a requerir antes, durante y después del rodaje así como unas primeras notas básicas para la posterior edición.
Desde saber qué luz queremos (o qué necesitamos, o qué foco alquilamos) a la propia localización de la escena, pasando por la música a emplear, la vestimenta de los actores y un largo etcétera. Resumiendo mucho, podríamos decir que el guión técnico es algo así como una receta de cocina. ¿La apariencia de dicho guión? Os la dejamos en forma de foto para que os podáis hacer una idea.
¿Qué puntos debemos contemplar en nuestro guión técnico?
- Número de escena y número de plano: Aunque puede parecer la chorrada del año, saber con certeza y detalle cuál es el número de escena que estamos grabando nos ayudará tener la información mucho más clara a la hora de editar (especialmente cuando el pobre editor tiene que lidiar entre más 200 clips de vídeo).
- Encuadre y tamaño del plano que queremos conseguir: No vale con tener la idea en la cabeza ni tampoco sirve tener que mirar cada dos por tres las 30 páginas de tu guión literario para dar con “esa localización” que querías para “esa escena”. Además de perder el tiempo, no sacarás nada en claro ya que esta información no queda recogida en el primer guión. ¿Lo mejor? Usar el guión técnico como toca, indicando tanto el encuadre de la escena como el tamaño del plano. Claro, clarinete.
- Las características del escenario: En este punto no sólo añadiremos si es de día o de noche (algo que se apunta en mayúsculas y de una forma muy clara y evidente) sino que entramos en detalles marcando si estamos en exterior o interior y qué tipo de elementos ven el personaje (si es un coche, un paisaje, si está en un salón, etc) el espectador.
- El sonido: De la misma forma que marcamos qué escenario concreto está viendo el espectador, también daremos detalle del sonido que debe marcar cada escena: ambiente, diálogo, música de fondo o hasta sonidos concretos (ladridos de perros, vientos, etc).
Más allá de estos puntos, y como podéis ver en el ejemplo gráfico que aportamos, en nuestro guión técnico debemos añadir parte del dramatismo de la historia que hemos redactado en nuestro primer guión. Esto hace que, en cada escena, podamos encontrar anotaciones como “el conductor se aferra al volante”… Sólo de esta forma sabemos que tenemos que centrarnos en ese plano de las manos aferrándose al volante y a un rostro cuanto menos preocupado.
Contar una historia en forma de vídeo implica planificación, entrega y adelantarse a los acontecimientos o, incluso, a la propia historia… y esto, sandías, es realmente apasionante (y si no, que nos lo digan a nosotros). Lanzaos y probad, eso sí… haciendo las cosas como hay que hacerlas. Vamos, haciéndolas bien. Siempre.
En Zinkfo contamos con un departamento audiovisual especializado en la creación de vídeos corporativos para proyectos y marcas así como en la producción de mini vídeos para redes sociales. Desde dar vida a la historia que nuestro cliente quiere obtener a dar forma a un proyecto desde cero con un amplio desarrollo de guión literario y técnico (dos piezas textuales que compartimos con nuestro cliente desde un primer momento). ¿Quieres dar movimiento a tu página de empresa de FB o a tu perfil de Instagram? ¿Quieres llegar a tus clientes como nunca antes? El vídeo es, sin duda, la mejor opción. No dudes en consultarnos o en pedirnos, directamente, tu mini vídeo para redes 🙂