Las infografías. Aunque en Zinkfo nos convertimos en sandías tremendamente felices cuando se trata de hacer un contenido visual y creativo (por eso de que nos pasamos la mayor parte del día escribe que te escribe), hoy toca sentarse, poner cara de afectación hipster y sincerarnos. Venga, ahí va: hacer infografías en el pasado nos parecía el auténtico terror… Una labor tediosa y frustrante en la que poner un logotipo era más complicado que salir del IKEA un viernes por la tarde.
La evolución de las infografías de toda la vida
Que las infografías han evolucionado es algo que todos los que nos dedicamos al marketing de contenidos y al inbound marketing deberíamos celebrar con gritos, champán y bailes locos. ¿El motivo? No sólo se ha mejorado en la forma y en el contenido sino que las propias herramientas de las que podemos hacer uso se convierten en auténticas aliadas para conseguir contenidos directos, bonitos y visuales.
Como la cosa ha cambiado y mucho en cuestión de 3 años, daremos un paseo por esas modificaciones que nos han alegrado la vida y repasaremos las tendencias del momento, los trucos que debes tener en cuenta para aumentar el engagement de tu obra infográfica y te diremos cuáles son esos soportes que no puedes perder de vista. Venga, ¡al lío, sandías!
Tendencias gráficas
Si eres un jovencito sin arrugas recién llegado al mundo del marketing de contenidos seguramente no nos entenderás cuando afirmamos que –gracias a las infografías que teníamos que hacer hace 3 o 4 años- todos hemos ganado unas bonitas dioptrías que ya son parte de nuestra vida.
Sí, amigo Millenial, las infografías de hace apenas 4 años eran un auténtico pain in the neck: dificilísimas de hacer y más complicadas todavía para los que las tenían que consumir o subir a sus webs. Unas infografías larguísimas (más que un día sin Facebook) que sólo se podían hacer si tenías mucho tiempo libre, muy buena vista o un master en la NASA. Un drama creativo que ha dado paso a un mundo nuevo lleno de luz y color, un mundo que nos hace muy felices a todos. ¿Cuáles han sido esas mejoras que ya aplicamos a las infografías? Toma nota:
Cambio en el formato:
Una de las cosas que más nos amargaban a la hora de hacer infografías era el formato preestablecido en el que debíamos hacer nuestros diseños. Un formato alargadísimo en el que distribuir colores, texto e iconografía era más complicado que subir el Everest en pleno invierno, sin sherpa y con chanclas. ¡Un auténtico drama humano!
Si bien este formato todavía se emplea en algunos casos (con algo más de acierto que hace unos años atrás), gracias a las redes sociales cien por cien visuales -como Instagram- y al gusto por el formato horizontal, las infografías se han modernizado para mostrarse al mundo de una forma más clara y sencilla.
Nuevas herramientas para los mortales
Cuando comenzamos a hacer infografías en Zinkfo (allá por el 2012) no podíamos imaginarnos cómo cambiarían las cosas en poco más de cinco años.
Y es que de usar herramientas tremendamente básicas e iconos propios de programas como Paint o Power Point hemos pasado a disfrutar de lo “mucho y bueno” que ofrecen herramientas online como Canva o Piktochart, dos masters and commander bien conocidos en nuestra agencia y que nos ofrecen un montón de posibilidades en sus planes Freemium y Premium.
Trucos que harán que tus infografías brillen
Tras contarte un poco nuestras penas en esa Edad de Piedra de las infografías, toca hacer un breve listado de todo aquello que deberías tener en cuenta a la hora de diseñar tus trabajos infográficos.
Partiendo de la base de que se trata de ofrecer de una forma visual y cercana ese contenido que haríamos en los largos párrafos de un post, los puntos de partida no podrían estar más claros: definir bien la idea, sintetizar (apostando por lo realmente importante) y jugar con los elementos gráficos que más llegan a la audiencia:
Títulos y juegos de tipografía
No consiste en volvernos locos con las diferentes tipografías que nos ofrecen estos programas online sino de jugar con ellos de forma tal que cada punto relevante de nuestra infografía tenga una entidad propia: un título con una letra clara, bold y directa (en mayúsculas); un subtítulo con idéntica tipografía pero en su versión light y un texto con un tamaño menos y un interlineado lógico.
Al final se trata de que no se te salgan los ojos de las cuencas cuando veas el resultados final. Menos es más (pero un poco de gracia tampoco viene mal).
A tope con los iconos
Los iconos serán tus nuevos mejores amigos en estos de conseguir una infografía bonita y resultona (aka “viral”). Si eres capaz de sustituir texto innecesario por un buen icono habrás conseguido dar un gran paso para la humanidad (y es que, reconozcámoslo: leer nos cansa cada vez más).
Organiza los bloques o ideas como códigos cromáticos
El momento crítico a la hora de hacer una infografía reside en separar los diferentes bloques informativos de forma lógica y atractiva.
¿Un truco infalible? Usar el color para hacer módulos de texto o cuadritos destacados en los que alojar tus ideas. Si estás haciendo una infografía para un cliente no dejes de pedirle su manual cromático corporativo para poder hacer uso de esos tonos y así dar un toque único y propio a su infografía.
Partiendo de la base de que es una de las herramientas más efectivas para mostrar contenido (textual y gráfico), en Zinkfo venimos apostando por este servicio desde varios años. No sólo las ofrecemos de forma individualizada (en piezas “on demand”) sino que forman parte de nuestras estrategias de contenidos y de inbound marketing integral.