Ay, ese día en que le anuncias a tu madre que quieres ser algo que se dice en inglés y ella se queda mirándote con una cara de póker, detrás de la que no es capaz de disimular la preocupación y/o la risa floja, según. Hace unos años hubo una explosión de profesionales que comenzaban a autodenominarse ‘community manager’. Su evolución y expansión de la mano del auge de las redes sociales, blogs y fórums han hecho que se trate ya de una figura a la que, al menos dentro del mercado empresarial, sabemos ubicar y definir (o no, pero eso lo arreglamos ahora en un periquete, paciencia).
En estas que va y aparece otro nuevo nombre de profesión, también en la lengua de Shakespeare, e igualmente ligada al entorno online, y se monta el lío padre: ‘content manager’. “¡Ah, sí, esa gente que se encarga de las redes sociales!” Pues va a ser que no. O no exactamente. Tranquilos, en Zinkfo estamos para iluminaros cual faro en la tempestad. Hoy vamos a ver las definiciones y diferencias de ambos perfiles:
Community Manager
Es el vecino más majo, el presidente de la comunidad que informa de todas las novedades, se encarga de que la relación fluya entre los residentes y organiza meriendas, barbacoas, concursos y fiestas de disfraces cuando hace falta animar el cotarro. Si hay problemas con la luz, el agua o el ascensor, habla con los proveedores y busca la solución. Y siempre está ahí para evitar que los vecinos lleguen a las manos entre sí o con la comunidad.
Se trata del profesional que se encarga de crear, gestionar y administrar las comunidades que se crean en torno a los perfiles de una marca en una red social (Facebook,Twitter, Instagram, Google +, Snapchat, Foursquare…), un blog corporativo, aplicaciones online, etc. Su papel es el de representar a la empresa ante los consumidores/usuarios y a los éstos ante la empresa.
Entre sus funciones figuran la publicación de contenidos según el plan establecido y la moderación y animación de la participación de los seguidores de la marca en cada entorno 2.0. En situaciones de crisis, es quien da la cara ante los usuarios e interactúa con ellos ante cualquier petición o comentario. Debe saber crear una comunidad, hacerla crecer y retener a sus miembros.
Para ejercer sus funciones, debe tener amplios conocimientos de la web 2.0, las redes sociales y sus herramientas de gestión, las plataformas de blogging y algo de analítica para conocer y optimizar el desempeño de sus acciones. Necesariamente ha de ser una persona proactiva, con ‘don de gentes’ y orientación hacia la atención al usuario/cliente. Tiene que estar permanentemente actualizado y ha de empaparse de la cultura y las normas de la empresa a la que representa, para que sus mensajes estén siempre en línea con la marca.
Content Manager
Siempre se le ha dado bien escribir y la verdad es que, desde pequeño, se le veía muy puesto en letras e ideas. Su familia y amigos tiran de él cada vez que hay que escribir un discurso para una fiesta o un mensaje de agradecimiento o una carta de presentación para un trabajo nuevo. Si se pone, te escribe también un cuento, te graba el vídeo de la boda, te hace un montaje posterior y te hace unas fotos que pá qué. Completito, el individuo.
En el mundo laboral, el content manager (aka editor de contenidos) tiene por labor la creación y validación de contenidos en diferentes formatos según el canal al que vayan dirigido. Suele estar muy ligado al departamento o las acciones de marketing de una empresa, pues su objetivo final es generar tráfico web, convertir leads en clientes y aumentar la base de seguidores proporcionándoles lo que quieren. O, más bien, proporcionándoles algo más de lo que se esperan, para sorprenderles y engancharles.
Por fuerza, es un profesional que debe estar constantemente observando las tendencias del mercado para replicar las exitosas o, si es posible, avanzarse a ellas. Además, es artífice de redacciones perfectas en lo ortográfico y lo gramatical, así como es capaz de crear contenidos SEO (optimizados para motores de búsqueda online) y maneja con soltura las redes sociales y sus herramientas de monitorización, programas de retoque fotográfico y edición de vídeo. Tiene también un importante componente de relaciones públicas y con posibles influencers útiles para su estrategia.
En la práctica, sus labores incluyen la producción de contenido multicanal y optimizado para motores de búsqueda, la definición de la estrategia global de contenidos (con calendario editorial y acciones de marketing y relaciones públicas en el ámbito social media), la promoción de contenidos en las diferentes plataformas online y el análisis de los resultados de sus acciones.
A estas alturas del post te habrás preguntado ya varias veces cómo interactúan el community manager y el content manager. Para distinguirlos incluso gráficamente, hay quien habla de ‘cm’ (community manager), para referirse a la persona que cultiva y gestiona las comunidades de cuentas en redes sociales, sin ser necesariamente un redactor de base, y ‘CM’ (Content Manager), para hablar de quien proporciona al ‘cm’ los contenidos a publicar y planifica, calendario en mano, qué mensajes se van a difundir, cómo, cuándo y dónde.
El community manager es casi ya el comodín del siglo XXI, pero difícilmente veremos a un content manager en una empresa pequeña ni mediana. Es un puesto que, por ahora, sólo pueden permitirse las mayores organizaciones. Por ello, es muy útil tirar de outsourcing. En román paladín: contratar a uno externo, capaz de proporcionarnos todos los beneficios con el coste más ajustado posible. Con Zinkfo puedes disponer de los servicios de un content manager profesional, flexible y dedicado a tu proyecto.