¿¡Micro influencers!? A muchos les sale sarpullido sólo de oír la palabra “influencer”. Muchos consideran que no es más que una moda pasajera. Muchos se pasan el día asegurando que es una burbuja a punto de estallar. Pero la realidad es que en 2020 el marketing de influencia será de nuevo una referencia en el apartado presupuestario de los departamentos de promoción y marketing de grandes, medianas y, sí, también de las pequeñas empresas.
¿Qué aporta el marketing de influencia?
Muchos huyen de los influencers… pero MUCHOS más los siguen a ciegas. Son sus personas de referencia, los buscan, los imitan y, lo más importante, se fían de ellos. Guste o no, esto es lo que hay en el territorio de las redes sociales: los influencers pueden llegar a funcionar mejor que un anuncio.
Los usuarios, especialmente los de Instagram (y ahora cada vez más también en TikTok), prefieren recibir información sobre marcas y productos de la mano de personas “reales” con las que comparten gustos y a las cuales, por lo general, admiran.
Famosos e influencers nativos
Si tuviéramos que hacer una clasificación sencilla, podríamos dividir a los influencers en 2 grandes tipos:
- Los nativos: aquellas personas que han logrado hacerse famosos a través de las redes sociales y que tienen miles de millones de seguidores.
- Los celebrities: los famosos de toda la vida, los que vienen de programas de la tele, de grupos de música, del cine, del teatro, etc. que se abren una cuenta en redes para que sus fans puedan sentirse más cerca de ellos.
Por lo general, las cuentas de influencers nativos suelen estar gestionadas directamente por ellos mismos y son un referente a la hora de que las propias plataformas sociales prueben funcionalidades nuevas (filtros, formatos de imagen, etc.).
Por su parte, las cuentas de los famosos que se pasan a redes sociales no siempre están gestionadas por ellos mismos (aunque sí supervisadas). No obstante, la tendencia es que cada vez más se apunten a controlar sus perfiles de forma personal.
Micro influencers
Entonces, de acuerdo con esta clasificación, ¿en qué apartado ubicamos a los llamados micro influencers? En la A, aunque puede haber algunas excepciones, por lo general, los micro influencers son personas que empiezan a coger cierta fama gracias al contenido que generan y comparten en sus redes sociales (ya sea porque son divertidos, sepan mucho de nutrición y fitness, de moda, de cine o de literatura).
Estos micro influencers no tienen cantidades desorbitadas de seguidores pero los que tienen son realmente fieles, muy interactivos, responden a todas las llamadas que les haga el influencer a través de sus redes y se fían totalmente de sus opiniones.
Su gran ventaja con respecto a aquellos influencers que tienen ya miles y miles de usuarios es que tienen un trato muy personal con su comunidad, los escuchan y esto les permite ofrecer mensajes que conectan, útiles, graciosos y, sobre todo, auténticos.
Campañas con micro influencers
En Zinkfo estamos convencidxs que para las marcas este tipo de influencers pueden ser de gran ayuda: se trata de elegir muy bien a la persona y ver quién podría ser el mejor embajador de nuestra firma, nuestros productos y nuestros servicios.
Para ello, ese micro influencer debe ser el primer objetivo al que convencer: si no conseguimos que realmente se vean reflejados en nuestra marca y en lo que hacemos, difícilmente podrán transmitirlo a su comunidad. Así que una campaña con micro influencers pasa por empezar por ahí, ganárselos de verdad. Que sean ellos los que se mueran por lucir nuestra marca, por ser parte de ella.
Una vez que esto sucede, toca cuidarlos: escucharlos, atenderlos y mimarlos. Ellos son, por decirlo de algún modo, nuestro público objetivo tipo. Por ello, no pueden ser campañas cortas y puntuales sino estrategias de mínimo un año que permitan a marca y persona convivir, compartir y experimentar. Crear una relación.
Porque, ahí está el quid de todo, las marcas en este 2020 han de pensar en construir relaciones con personas, no con consumidores.