Hacer SEO es un poco como caminar solo por el desierto, viendo allá al fondo, detrás de mil dunas, un oasis. La tan preciada agua (ese primer puesto en los resultados) puede estar allí o no, puede ser real o un simple espejismo. Y así, todo el rato. Porque el SEO no es pura matemática simplemente, no se trata de aplicar una fórmula milagrosa que, con esto y con aquello, basta para poder echarnos a dormir. El SEO es paciencia, sentido común, conocimiento, constancia y honestidad. Vamos, un dechado de virtudes no demasiado fácil de conseguir ni de mantener inalterables en el tiempo.
Es frecuente (y desesperante) encontrarnos con clientes que llegan a la agencia completamente desesperados, hartos y llenos de desconfianza. Saben lo que necesitan (posicionar y ganar visibilidad online), son conscientes de que su negocio ha cambiado y que sus clientes ahora se mueven en otros territorios más virtuales, que sus rutinas de compra, lectura y relación con la marca se han transformado de forma radical y que las estrategias que antes adoptaban para llegar a ellos y atraerlos ya no funcionan como solían. Lo saben y saben lo que quieren: optimización de su sitio web para buscadores. Pero, ay, han tenido experiencias horribles.
Nuestra reacción siempre es la misma: “no se preocupe, no es el primero al que le pasa. Y no será el último, por desgracia”. Las historias de terror sobre el SEO abundan y hasta se podría hacer una serie completa al más puro estilo Juego de Tronos o Lost (ojo, SPOILER): al final, todos mueren o ya estaban muertos.
Existe mucha gente (empresas de desarrollo web de renombre incluidas) que clama a los cuatro vientos que hace SEO, que aplica las directrices de Google y que entrega al cliente su sitio web perfectamente optimizado con unos mínimos para posicionar. Pero no. El cliente, muchos de ellos con desconocimiento en profundidad de las técnicas y parámetros que se trabajan en esa supuesta optimización, confía… Hasta que se busca y no se encuentra. Fail.
En ese momento, el mal ya está hecho (sobre todo en nuevos proyectos) y el drama se expande como un tumor maligno: no hay optimización en la web ni por asomo y, de facto, los errores y problemas de la misma saltan a la vista y claman al cielo. ¿Hay solución? Por supuesto, todo tiene solución menos la muerte. Pero hay mucho, muchísimo más trabajo por hacer del que hubiera habido si toda esa optimización se hubiera aplicado cuando se creó la web.
Cómo asegurarte un buen SEO para tu web
1.- No es necesario que la empresa de desarrollo web que vayas a contratar realice directamente la optimización SEO. Muchas no tienen ese perfil en plantilla,pero sí cuentan con colaboradores expertos con los que trabajan desde el minuto uno para poder crear la web con una buena arquitectura que ayude a la navegación, la usabilidad y el posicionamiento. El mejor SEO suele ser un freelance que se busca las castañas casi por devoción y vocación y le dedica más horas que un tonto al asunto. Los horarios de oficina no son lo suyo, desde luego.
2.- El proceso de SEO no debe esperar al desarrollo de la web y ser aplicado después, ha de realizarse en paralelo pues muchas cuestiones importantes surgen ya en el momento de la concepción del negocio online.
3.- El cliente debe entender en qué consiste y colaborar activamente aportando al SEO ideas, conocimiento del negocio y demás claves que puedan ser de ayuda al profesional para aplicar sus técnicas de la forma más correcta y ajustada posible. Además, esa estrecha colaboración con el cliente permitirá ahorrar tiempo de investigación al SEO y, por tanto, reducir la minuta del mismo, ahorrando en sus servicios.
4.- El SEO no es caro. Quizás a priori, dado que los resultados reales tardan en verse unos 6 meses (el diseño de una web se ve de inmediato y, por ello, parece que a ese trabajo se le da más valor), cuesta más entender la inversión en optimización para el posicionamiento en buscadores pero, a la larga, reporta enormes beneficios y es muy fácil amortizarla.
5.- En proyectos nuevos es recomendable aplicar una optimización SEO global y básica y sacar la web con una pequeña y sencilla campaña de SEM (anuncios de Adwords) para acelerar los resultados.
6.- La optimización SEO siempre exige una optimización de contenidos (sobre todo textuales), por lo que un buen experto en SEO debería conocer muy bien el lenguaje y tener buenas técnicas de redacción. El periodista, por ejemplo, es un buen perfil profesional que complementa de forma ideal una formación SEO. En nuestro caso, de hecho, toda la plantilla a excepción del departamento de Programación y Audiovisual, son licenciados en Ciencias de la Información, especialización Periodismo.
7.- Un experto en SEO nunca querrá realizar una optimización de un sitio web sin antes haber aplicado una completa auditoría del proyecto. Ese primer análisis, cuyo coste variará en función de lo grande que sea el sitio web y de cuál sea su complejidad, será la hoja de ruta de todas las acciones SEO posteriores y servirá al cliente para tener por escrito absolutamente todo, de forma muy detallada, sobre su web y su estado respecto a sus posibilidades de alcanzar visibilidad en buscadores.
8.- Las recomendaciones de un SEO tendrá que aplicarlas la empresa de desarrollo web, de modo que es vital que el cliente los presente y trabajen codo a codo. Que el experto en SEO sea el que le saque los colores al programador no es óbice para no poder realizar un buen trabajo conjunto. Ahí es donde radica la profesionalidad. Ojo, no siempre es así y muchas empresas de desarrollo se sienten atacadas por el SEO y basan su estrategia en poner excusas impedimentos para su trabajo, como forma de defender el suyo. No se trata de defensa y ataque, se trata de trabajar mano a mano para darle al cliente los mejores mimbres con los que hacer funcionar su negocio en Internet.
En Zinkfo ofrecemos servicios de posicionamiento en buscadores externos tanto a empresas de desarrollo web como a clientes particulares. La agencia está especializada en SEO y lleva trabajando en este campo desde el 2011 con proyectos en todo tipo de sectores empresariales. Hacemos, además, un servicio integral que incluye tanto la optimización de parámetros SEO y resolución de incidencias como la redacción de contenido textual ajustado a las directrices que marcan los buscadores. Asimismo, tenemos paquetes de SEO Social, que suma las ventajas del SEO y las de las estrategias en redes sociales, todo orientado a la mejora de la visibilidad online y el incremento de conversiones. Si necesitas algunos de estos servicios, solo tienes que consultarnos y te enviaremos un presupuesto personalizado. Sin coste ni compromiso por tu parte.
